Washington DC.- Ayudar a los veteranos con afecciones pulmonares tóxicas, crear más chips de computadora para resolver los problemas de la cadena de suministro y aprobar una legislación sobre el cambio climático y la votación que se ha buscado durante mucho tiempo siguen siendo parte de la agenda del presidente Joe Biden esta semana.
Sin embargo, no son los problemas los que pueden ser el mayor obstáculo para el presidente en el futuro: puede ser el momento y las elecciones de mitad de período muy disputadas a finales de este año.
El presidente intentó presionar el botón de reinicio la semana pasada durante su conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Los cambios electorales modestos son posibles. El nuevo gasto de alivio de Covid-19 también está todavía sobre la mesa. La financiación para el medio ambiente y los programas de educación preescolar también siguen siendo negociables.
Joe Biden insinuó promulgar parte de su agenda a través de órdenes ejecutivas si el Congreso no actúa.
Es posible que Joe Biden solo haya terminado con su primer año en el cargo, pero existe una sensación creciente en Washington DC de que no tiene todo el tiempo del mundo para lograr sus ambiciones.
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Es un año electoral y las encuestas sugieren que los demócratas pueden perder el control de al menos una cámara del Congreso.
“No creo en las encuestas”, dijo Joe Biden el miércoles pasado.
Si bien es posible que el presidente no crea en las encuestas, no puede descartar que al menos 28 demócratas en la Cámara se están retirando.
Si bien algunos lo hacen para postularse para un cargo diferente, es un número más alto de lo habitual y una señal de que los demócratas pueden tener algunas luchas políticas difíciles este año.
No son solo las jubilaciones de conocidos miembros del Congreso las que impactan al presidente. Los demócratas también enfrentan difíciles luchas de redistribución de distritos.
¿Qué es la redistribución de distritos? Es el proceso de una vez en una década de volver a dibujar los mapas del Congreso después del censo de Estados Unidos para dar cuenta de los cambios de población. El proceso podría significar que millones en todo el país votarán por nuevos representantes este año.
En Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis está presionando a su partido para que dibuje mapas que favorezcan al Partido Republicano más de lo que ya se había propuesto.
En Kentucky, el gobernador demócrata Andy Beshear vetó un mapa de redistribución de distritos que favorece en gran medida a los republicanos. Sin embargo, la legislatura estatal lo anuló.
En Tennessee, los republicanos están avanzando en planes para que sea más fácil ganar cerca de Nashville. Lo mismo es cierto en Kansas, donde el Partido Republicano espera mejorar en las carreras cerca de Kansas City.
Todo eso presiona a Joe Biden para que haga algo pronto. Sin embargo, hacer algo en un Washington DC dividido no es fácil.
