Los mayas son una civilización caracterizada por sus creencias religiosas, a tal punto que toda información acerca de su desarrollo está fuertemente arraigada a costumbres religiosas; para todo había un Dios y a cada uno de ellos se le adoraba de una manera específica, pero ¿Cuál era el Dios principal? El creador de todo.
En la cúspide de los dioses de la creación, los mayas ubicaron a quien para ellos fue el creador de todo lo que lo rodeaba, el supremo, el origen del universo, y más importante aún el creador de los seres vivos; conocido por el nombre de Hunab Ku (Dios único) el cual no podía ser representado por ser incorpóreo.
Hunab Ku, era el Dios central de la civilización maya, se decía que él era el que mantenía el equilibrio en el cosmos, conformaba la energía por la cual los seres vivos se podían conectar y era el transmisor de toda la información.
Se dice que este Dios se comunicaba a través de ondas que bien podían ser de pensamientos, sonidos, energía, luz y amor. Además, existe una investigación que ubica a un sistema de comunicación ejercido por los dioses al cual llamaron “Hunab Ku 21” lo que se traduce a “árbol de la vida y conocimiento galáctico”.
Sin embargo, nos encontramos con estudios que plasman la existencia de este Dios en fuentes coloniales de la cultura, lo cual indicaría que viene de una creencia luego de la conquista. A su vez, esto ha llevado a seguir buscando la verdad sobre lo que aparenta ser un mito, llegando a la conclusión de que tal vez, Hunab Ku, solo fue una invención de los misioneros para hacer uso del sincretismo religioso, agregando al Dios cristiano a la lengua maya.
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En algunos libros como el de “Mercedes de la Garza”, del siglo XX, se plantea la idea de que tal vez, Hunab Ku, fue un “Dios ocioso” caracterizado por crear todo y permanecer en lo más alto de un estrato del cielo alejado de la humanidad, el cual después viene a ser sustituido por Itzamná, su hijo.
Aunque muchos historiadores sostienen la creencia de Hunab Ku, y en general se puede encontrar mucha información “verídica” de este Dios, las investigaciones aún se disputan la razón, y como muchos de los sucesos e informaciones sobre los mayas, se mantiene en el misterio de una civilización que se desvaneció.