El Monumento a la Revolución se encuentra al centro de la Plaza de la República, próxima al Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México. En este lugar, el presidente Porfirio Díaz ordenó la construcción de un palacio legislativo que nunca se concluyó debido a la revolución y su resultado.
Quedó ahí solamente la estructura de acero, que en 1933 dio pie al proyecto de un Monumento a la Revolución, comisionado al arquitecto Carlos Obregón Santacilia.
En el Monumento a la Revolución están los restos de algunos de los caudillos revolucionarios.
El Museo Nacional de la Revolución se encuentra en los sótanos del Monumento a la Revolución y tuvo origen en un proyecto que Obregón Santacilia propuso en 1936. Tiene cuatro salas. Las tres primeras cubren el periodo entre 1867 y 1917, y la cuarta es para exposiciones temporales. No hay propiamente una colección sino se trata de una recreación histórica mediante gráficos, videos, fotografías y otros elementos en los que se narran 50 años de historia con una apropiada ambientación.
Desde el 2010, el Monumento a la Revolución cuenta con un elevador transparente en el centro que llega hasta el mirador recientemente abierto al público.
