Wellington.- El gobierno de Nueva Zelanda ha reconocido lo que la mayoría de los otros países aceptaron hace mucho tiempo: ya no puede deshacerse por completo del coronavirus.
Desde el comienzo de la pandemia, Nueva Zelanda había seguido un enfoque inusual de tolerancia cero al virus a través de bloqueos estrictos y rastreo de contactos agresivo.
Eso funcionó hasta hace poco, pero cambió en agosto cuando se produjo un brote de la variante delta más contagiosa.
Ese brote aún está hirviendo, pero la primera ministra Jacinda Ardern anunció un plan cauteloso para aliviar las restricciones de bloqueo a partir del martes.
Dijo que la estrategia de eliminación era importante mientras el país no tenía vacunas.
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El país informa que aproximadamente la mitad de su población elegible está completamente vacunada y el 79% ha recibido su primera dosis de la vacuna.
«Hay buenas razones para que nos sintamos optimistas sobre el futuro», dijo Ardern el lunes.
Air New Zealand dijo que está lista para reconectarse con el mundo. Dijo que requerirá que los viajeros extranjeros estén completamente vacunados a partir de 2022.