Si observas el cielo notarás que las nubes cambian de forma y tamaño. Esto obedece a que hay varias formaciones de nubes, cada una de las cuales realiza una función natural, determinada por factores externos, como altitud, condensación y disposición. Hay estratos, cúmulos, estratocúmulos, altocúmulos, cirros, cirrocúmulos, cumulonimbos, y muchas subderivadas de ellas como la más extraña, la mastodóntica.
En su mayoría, las formaciones de nubes se producen en ambientes saturados o con 100% de humedad relativa. Varios mecanismos pueden activar este proceso. Uno de ellos es el ascenso orográfico, que ocurre cuando el aire se ve obligado a subir debido a la presencia de una elevación terrestre. Como resultado de la expansión adiabática, el aire se enfría a medida que sube -a una tasa de aproximadamente 10°C por cada mil metros de altura-, hasta que se presenta la saturación.
Las nubes estratos, por ejemplo, se forman cuando unas corrientes verticales ascendentes mínimas levantan una delgada capa de aire, suficiente para iniciar la condensación del excedente de vapor de agua.
Las nubes altocúmulos, pertenecen a la categoría de nubes medias, son grisáceas y con áreas aisladas oscuras. A menudo anteceden a un frente frío, mientras que en una mañana de calor húmedo indican la inminencia de una tormenta. Las nubes altocúmulos se producen frecuentemente por turbulentas corrientes de aire ascendentes -que son elevadas por barreras de terreno, como las montañas-. Están compuestas de agua extremadamente fría (debajo del punto de congelación), aún sin cristalizarse alrededor de un núcleo de condensación.
Hay varias formaciones de nubes a grandes altitudes. La más notable son las cumulonimbos, que se forman cuando las nubes del tipo cumulus congestus siguen creciendo verticalmente. Estas formaciones, que van desde cerca del nivel del suelo hasta los 15 kilómetros, liberan enormes cantidades de energía derivada del vapor de agua condensado. Los relámpagos, el granizo y los violentos tornados se asocian con los cumulonimbos y el efecto más visible es la nube mastodóntica.
En el proceso de formación, la condensación transporta las gotitas varias veces de un lado a otro. Esto ocurre antes de que éstas se combinen para formar gotas de lluvia. En especímenes más grandes, las corrientes ascendentes se vuelven intensas y separan las gotas de lluvia y los cristales de hielo antes de que se vuelvan a mezclar y caigan al suelo, lo que contribuye al desarrollo de cargas eléctricas y la aparición de relámpagos.
Las Estratocúmulos, Estratos y Cúmulos se forman a menos de 1,800 metros de altura. Las Altoestratos y Altocúmulos se forman a menos de 1,800 metros y menos de 6,000 metros de altura sobre la superficie terrestre. Las Cirrocúmulos y Cirros se forman a más de 5,500 metros de altura. Mientras que las Cumulonimbos se forman entre los 2,000 y 15,000 metros de altura sobre la superficie terrestre.