A medidas que vamos leyendo e investigando sobre la cultura maya, podemos observar que, puestos de gobernantes, sacerdotes, guerreros, agricultores, eran todo presididos por hombres, sin embargo, la mujer maya jugaba un papel que se le imponía según la clase social donde haya nacido.
La mujer perteneciente a la nobleza podía optar por todos los títulos de un reinado, influyendo directamente sobre las decisiones gubernamentales y ocupando algunos cargos públicos. Estas mujeres de elite también formaban parte de algunos rituales religiosos, llegando a ofrecer su sangre para honrar a los dioses.
Una de las mujeres más importantes en la cultura maya fue la Señora Xoc, quien es la única mujer con una representación en los dinteles 24, 25 y 26, además de tener una estructura en su honor. Fue la esposa de Escudo Jaguar II, y se les ve juntos en la representación de un autosacrificio realizado por ella.
Las campesinas ayudaban a sus esposos con la siembra, repartiendo semillas a lo largo y ancho del terreno. Una vez llegado el momento de la cosecha, estas servían de ayuda, recolectando los tubérculos.
Además, su tarea principal era ser amas de casa, cumpliendo a su vez tareas de madre y esposa. Cuando los esposos debían ir a la guerra estas ayudaban con su preparación, al mismo tiempo que formaban parte de algunos rituales de sangre para pedir por el retorno de sus esposos.
La mujer maya era la encargada de domesticar y criar a los animales, así como de preparar la comida y educar a los niños. También se les veía elaborando vasijas y otros objetos que usaban tanto en el hogar como método de comercio para hacer trueques.
Antes de la llegada de los españoles, la mujer era vista como un símbolo de vida, al mismo tiempo que eran imprescindibles para garantizar las alianzas con distintos pueblos a través del matrimonio.
El símbolo femenino en la civilización maya alcanzaba también a sus Dioses, La diosa de la luna y del tejido, quien, según la mitología, era capaz de aportar fertilidad y protección. Por otro lado, tenían a la Diosa del Suicidio, protectora de aquellos que se ahorcaban, encargada de llevar sus almas al paraíso.
Luego de la llegada de los españoles, el estatus de la mujer disminuyó a su punto más bajo, perdiendo cualquier puesto de liderazgo que pudiese tener.
